miércoles, 22 de octubre de 2008

Those men are not me

Ellos no son nosotros, dice Núria Ribas, y no está sola. Shirley Horn lo dice cantando en Light out of Darkness. Those men are not me. Su canción no habla de política, sino de amor, pero ¿se puede hacer política sin amor? ¿Sin amor por la democracia?, ¿Sin amor por los derechos, deberes y libertades que ésta (se supone) encarna? ¿Sin amor por el pueblo al que los políticos, como dice Ribas, tienen el honor de representar y no el derecho a vapulear? Horn dice que el amor reluce como una vela en una ventana, y que al hacerlo crea luz de la oscuridad. Que en las sombras brilla la esperanza, y que esa luz del amor nos guiará. Pero, añade: Men without hope or love who haven't really learned how to dream. Oh, but they don't really see. Let me tell you those men are not me, 'cause I have love, and I have hope, and I have dreams. They're all I need to bring light out of darkness, brighter than the sunbeams. Es decir, que hay «hombres sin esperanza ni amor, hombres que no han aprendido a soñar. Ah, pero esos hombres no ven, en realidad. Déjame decirte que esos hombres no son yo, porque yo tengo amor, tengo esperanza y tengo sueños, y son todo cuanto necesito para crear luz de la oscuridad, una luz más brillante que los rayos de sol». Eso me recuerda lo que el profesor van Helsing dice a Mina Harker poco después de conocerla: There are darknesses in life, and there are lights; you are one of the lights. «En la vida hay luces y hay tinieblas; usted es una de las luces». Todos necesitamos de esas luces, luces que iluminen las tinieblas o que nos recuerden que no estamos solos. Pero, ¿lo estamos? Porque, aunque Horn y Stoker nos dicen que hay luces, Thomas Hardy nos dice que ya no hay luz en su poema The Walk («El paseo»), perteneciente a la serie que escribió tras la muerte de su esposa y que llamó Poems of 1912-13, título al que por cierto añadió la frase Veteris vestigia flammae, «vestigios de una vieja llama» (la llama de la luz que muere, tal vez la llama de la luz que ya no arde). En The Walk Hardy cuenta que no le importa que su mujer ya no lo acompañe en sus paseos vespertinos, pues en los últimos tiempos ya no podía hacerlo, pero sí echa de menos ver una luz en la ventana al volver a casa. What difference, then? («¿Qué ha cambiado, pues?») Only that underlying sense («Sólo ese saber tácito») Of the look of a room on returning thence («De ver una estancia iluminada de regreso a casa»). Antes sabía que su esposa estaba allí; ahora sólo hay tinieblas. ¿Están ahí nuestros representantes o sólo hay tinieblas? No hace falta que nos lleven de la mano; fuimos nosotros quienes los pusimos donde están. Pero queremos que hagan luces de las sombras, o al menos que no nos dejen la casa a oscuras. Quizá deberían leer más, o escuchar más jazz. Quizá si no tienen luz para alumbrar las sombras donde habita la esperanza, deberían dedicarse a otra cosa en lugar de alimentar la opacidad, el odio, los tópicos y el sinsentido. Quizá no tengan amor, ni esperanza, ni sueños, pero no por eso pueden creerse con derecho a malquerernos, desesperarnos y desvelarnos.

by bertelmax

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