martes, 28 de octubre de 2008

Es el mercado, estúpidos

Bill Clinton popularizó la frase, ya utilizada antes, de 'Es la economía, estúpido' para resumir cuál es el factor máximo que hace ganar o perder unas elecciones. En USA, como en España, no hay manera más rápida de perder unos comicios que una crisis económica te pille de lleno en campaña. Tampoco hay manera casi más segura para ganarlos. Eso es lo que le está pasando a Obama que, aparte de la marea de renovación e ilusión que ha conseguido provocar en los Estados Unidos, está teniendo la inestimable ayuda de esta mega crisis económica con el epicentro, precisamente, en los USA.

McCain, pues, se ha cansado de atacar a Obama por su supuesta inexperiencia en política exterior, o por sus también supuestas y francamente ridículas conexiones terroristas, y ahora, en esta recta final para él agónica, ha vuelto su mirada a la economía. O, mejor, al mercado. Leo en el blog de Bassets que la acusación que ahora lanzan contra Obama desde las filas neocon es la de querer redistribuir la riqueza. ¡Dios Santo! ¿Cómo se atreve? ¿Con qué derecho un dirigente político que dice querer mejorar el nivel de vida de la mayoría se atreve a proponerlo a través de la redistribución?!! Redistirbuir es marxista! Es pecado mortal en esta América tan pagada de su laissez fer que no tiene problema en que el medio oeste se muera de hambre mientras los tiburones de Wall Street que nos han situado a los pies de los caballos sigan teniendo cuentas de más de seis ceros en sus bancos ahora nacionalizados.

Si esta es la acusación más grave que McCain puede hacerle a Obama en la recta final de la campaña, los demócratas tienen el triunfo asegurado. Porque, aunque a veces lo parezca, la clase media americana no es estúpida y entiende el concepto de 'tú lo tienes casi todo mientras yo con dos trabajos no puedo pagar el alquiler'.

El mercado NO regula; el mercado NO redistribuye la riqueza, por mucho que los de siempre se empeñen en insisitir en este punto.
Un ejemplo que el domingo me llamó la atención gracias a un reportaje sobre Marruecos. Es el capitalismo lo que logrará desarrollar a algunos países. Y lo es no exactamente por preferencia de la que escribe sino porque es el sistema que ahora impera. Pero eso no significa que deba dejarse al sistema a su libre albedrío como defienden los neocon (y no sólo los estadounidenses; dense un garbeo por la página web de la FAES...). En Marruecos, las empresas occidentales instaladas han generado trabajo, es cierto, pero con unos salarios tan bajos que jamás servirá para que los y las marroquíes abandonen la idea de irse de su tierra para buscar el dorado en la nuestra. Un recolector de fresas, por doce horas de trabajo, cobra unos 35 dinhares (eso es lo que vale un paquete de tabaco). Sólo que se le pagasen 100 dinhares, podría tener una vida digna en su país, en su tierra, con los suyos.

Ergo, es necesario que exista un salario mínimo también en estos países. Y los empresarios occidentales deben entender que sí, que ganarán ellos menos, pero todos ganaremos más. Y también debemos entender que ésta es la manera de iniciar un auténtico diálogo mediterráneo que, quizás, sólo quizás, pondría la semilla para que ancianos conflictos en esta parte del Globo empezaran a solucionarse.

Obama no piensa en los 35 dinhares al día de un recolector de fresa marroquí cuando habla de bajar los impuestos a la clase media y subírselos a las rentas más altas. Pero se trata de lo mismo: es el mercado, estúpido, que no se autoregula por mucho que lo quieran los Greenspans y los McCain del mundo.

2 comentarios:

  1. En general, los europeos (en los que me incluyo) pensamos que las elecciones las ganará Obama. Espero que así sea, pero "hasta al rabo todo es toro"...

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  2. No acabo de tenerlo muy claro, pero parece que US es el espejo del mundo, y entonces, reflexiono y me siento más en un deseo que en una realidad al pensar que Obama sea el nuevo presidente y esta situación revierta en el resto de los mortales.
    Pero falta menos de una semana y me da pavor dejar esa responsabilidad a una gente, situada en mitad de la nada, en lo que comúnmente llamamos la america profunda, que probablemente no tengan ni idea de situar España en un mapa, por decir algo y parar ahí del vertigo que eso me dá.
    Si no fuera por lo importante que es, resulta hasta cómico!?.

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