jueves, 19 de mayo de 2011

Más democracia

Descolocados. Borrosos. Palabrosos. Así están los políticos que han controlado los resortes durante décadas (porque, como en todo, también hay centenares de personas que 'hacen' política cada día de manera honesta, con vocación de servicio, y que casi nunca aparecen en los medios).
Se han quedado de piedra: en la recta final de una campaña electoral, diciendo lo de siempre, lanzándose acusaciones en vez de proponer soluciones, va y la ciudadanía se une para decir 'basta'. Saramago debe estar riéndose, recordando algún ensayo sobre la lucidez.

Se equivocan los que quieren, maliciosamente o no, dar a entender que el movimiento 15-m quiere boicotear la democracia. Al contrario: quiere profundizar en esta democracia que tanto sudor y sangre costó a generaciones anteriores. Precisamente para no permitir que se devalúe esta democracia es por lo que se le recuerda a la clase política que la soberanía es de la ciudadanía y que las elecciones no son un cheque en blanco. En democracia, cedemos esta soberanía, no la regalamos.

Es un grito para exigir que los políticos que escogemos democráticamente defiendan a esta ciudadanía cuando es atacada, machacada, humillada por lo 'privado', es decir, todo aquello/aquel que controla nuestras vidas sin que nadie les haya votado.
Si cuando esto pasa los y las que nos representan miran hacia otra parte o, peor, son cómplices activos, la baraja se rompe. El fino hilo, tan costoso de conseguir y de conservar, que es el pacto social en el que se sustenta la democracia occidental, se parte. Hace ya tiempo que el hilo se deshilacha, pero el miedo, la crisis, las mentiras y la manipulación han proporcionado la sordina necesaria para que nadie hiciese nada. Hasta ahora.

Y que tampoco nadie se equivoque: es posible que este movimiento ciudadano perjudique a la izquierda el próximo 22-m y, por tanto, beneficie a la derecha. Pero eso no será culpa de una ciudadanía que por fin ejerce su responsabilidad cívica. Será culpa de una socialdemocracia que ya hace tiempo que ha abandonado su alma progresista. Aplicó recetas neoliberales en los años de bonanza y ahora, en crisis, no le queda otro remedio que aplicar soluciones neoliberales.
La socialdemocracia -no solo la española, también en el resto de Europa- es la única responsable de no haber podido o querido proponer una alternativa económicamente viable al sistema neoliberal que como un rodillo se ha impuesto desde Reagan y Thatcher.

Ahora no se puede, dicen, estamos atados de pies y manos a los mercados, a la deuda, a la prima de riesgo, a ese ladrillo que a tan pocos hizo ricos entonces y que a tantos ahora está dejando en la miseria. Lástima. El culpable ha sido, de nuevo, la avaricia.

2 comentarios:

  1. Pues si, lo poco que nos quedaba de "socialismo" se ha dejado engullir por el capital.
    La gran trajedia para nosotros, los ciudadanos, es que la derecha, además de ejercer igual o probablemente de forma más salvaje la misma política, aplicará el insulto y la falta de respeto hacia el ciudadano. Para muestra Trillo esta mañana, o el recuerdo de Acebes llamando "miserables" a todo español que no aceptara SU versión como palabra de Dios. TERRIBLE!!

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  2. Ya lo dijo Thomas Jefferson, en 1802, en una carta a su Secretario del Tesoro. "Las entidades financieras son más peligrosas para nuestras libertades que un ejército en armas. Si el pueblo americano permitiera alguna vez que los bancos privados controlen la emisión de moneda circulante, primero a través de la inflación y luego por la deflación, los bancos y las corporaciones que crecen a su alrededor despojarán al pueblo de toda propiedad hasta que nuestros hijos despierten un día sin hogar y desamparados en el continente que sus padres conquistaron”. De aquellas lluvias vinieron estos lodos....

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