A vueltas con la censura

Por si no es suficiente la autocensura que los tiempos posmodernos nos han (sabido) imponer sin casi darnos cuenta -en serio, entre lo políticamente correcto, el miedo a dejar de pertenecer al "grupo" y el riesgo a perder el trabajo, hay mucha más autocensura de lo que cada una de nosotras imagina-, ahí está el PP, ese gran partido que aspira a gobernar de nuevo España, para prohibir una exposición de fotografía si así lo creen oportuno.

Para quien no se haya enterado, una muestra de fotoperiodismo en un museo valenciano dependiente de la Diputación de Valencia ha censurado 10 fotos de la exposición. Curiosamente, las 10 fotos censuradas son imágenes de políticos del PP implicados en el caso Gürtel, más algún que otro compinche, Rita Barberá avergonzando al género humano y el ex presidente Aznar con una sonrisa beatífica que ni el mismísimo Satanás ante San Pedro fingiría mejor para colarse entre las sagradas rejas celestiales.

Al final, toda la muestra ha sido suspendida. Y, aunque se expondrá en algún otro sitio de Valencia, el resultado es que una institución sufragada con el dinero de la ciudadanía vuelve a practicar la censura, la prohibición burda, injusta e ilegal.

Sólo espero una cosa: que alguien lleve a la Diputación de Valencia a los tribunales -y que, de paso, la ciudadanía valenciana reflexione sobre si es éste el tipo de políticos que quiere. Y el resto también. Porque, recordemos: si permitimos que alguien prohíba, maltrate a o abuse de otra persona, inmediatamente abrimos la puerta a que el siguiente seamos nosotros. O sea, en este momento, todos somos valencianos.

Por cierto, ¿quién escoge a los presidentes de las Diputaciones? Ahhh, cierto, se me olvidaba, que no son escogidos por sufragio, que es un simple cambio de cromos entre los de siempre. Esto es democracia...