lunes, 22 de junio de 2009

Clase media

24.000 euros brutos al año. Esta es la cifra que el Gobierno ha puesto como tope para, por encima de ella, no poder desgravar la hipoteca a partir del año 2011 (en caso de que la propuesta se apruebe en el Congreso durante los próximos meses).

De entrada, estupefacción. Esa cifra no significa gravar a las rentas más altas sino darle en todas las narices a la clase media española! Cáspita! Y lo propone un gobierno socialdemócrata.
Una vez superada la pésima comunicación que tiene La Moncloa (no es nuevo; se repite en el ejecutivo de Zapatero desde que Barroso - esposo de la ministra Chacón y hermano de Mariano, director de cine- abandonó dicen que airado los despachos monclovitas por un exilio dorado en Casa América, que por cierto, también ha abandonado no hace mucho); superada la pésima comunicación, digo, nos enteramos de que si el Gobierno propone este límite de renta es porque, atención, sólo un tercio de las declaraciones de la renta en España superan los 24.000 euros brutos al año.

Recáspitas!!! Y nosotros que pensábamos que teníamos una holgada y amplia clase media. Cómo está el panorama si resulta que dos tercios de los 44 millones cobran menos de 24.000 euros brutos al año.
Conclusión: si millones de personas creen que forman parte de una clase media que, en realidad, no existe, es que alguien les ha hecho creer que conforman un conjunto homogéneo. ¿Será que los partidos socialdemócratas -o los de la tercera vía, como le gustó bautizarse al avispado Blair- necesitan para ganar que una masa suficientemente amplia crea que forma parte de una clase social?
Blair dijo una vez que su mayor mérito era haberse dado cuenta de que en los sistemas políticos como el nuestro no puede existir un verdadero partido político sin unas bases que se definan como clase. La derecha tiene a su clase alta. La izquierda ha perdido a su clase trabajadora y, políticamente, así nos va. La socialdemocracia necesitaba la suya: voilá! la clase media!

Pobres ingenuos, que nos han hecho creer que con una hipoteca y vacaciones cada año habíamos abandonado la 'clase' de nuestros deslomados padres para adentrarnos en la beatífica y tecnócrata clase media occidental. Y ahora, con un simple borrador de ley, nos enteramos de que sí, son muchos los que cobran menos de 24.000 euros brutos al año. Pero señores y señoras, esos muchos NO son clase MEDIA, son clase TRABAJADORA. Haber base, la hay; estar mejor preparados que nuestros mayores, lo estamos; pero seguimos equivocándonos de cartelito porque a algunos les interesa que nos equivoquemos.

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