lunes, 28 de diciembre de 2009

Con la Iglesia hemos topado

La Iglesia, como todo el mundo sabe, siempre ha estado en contra del Progreso y sobre todo en contra de la Libertad. Por eso siempre que se ve al Progreso y a la Libertad avanzando penosamente hacia un lado, se ve a la Iglesia corriendo hacia el otro. Y esta Navidad no podía ser menos, como demuestra la bendita misa por la familia celebrada ayer.

Me pregunto con qué derecho o, mejor aún, con qué (poca) vergüenza, exige un puñado de hombres célibes entregados a un Señor al que nadie ha visto que los componentes del pueblo llano nos pongamos a tener hijos como conejos. Me pregunto, para empezar, por qué no predican con el ejemplo. Aunque mejor no me respondo, pues qué sería del mundo si se reprodujera su especie (cosa que, por cierto, ha hecho en más de una ocasión pese al celibato).

Me pregunto también por qué esos propagandistas de Benedicto XVI y Varela no predican la adopción, por ejemplo, que es lo que debería hacer un buen feligrés llevado por los más elevados valores humanos. Cada minuto muere un niño en el mundo –es decir, en el mundo pobre, no en el mundo del Papa ni de Varela. Cada minuto muere un niño en el mundo, digo, de hambre o de una enfermedad curable en Occidente. Sabemos que el mundo está superpoblado. Ergo ¿por qué no predica la Iglesia la adopción y resuelve el silogismo?

Pero adoptar es caro, dicen por ahí. Tener hijos, no, claro. Porque al tener hijos hasta te ahorras la pasta de los preservativos. Cualquier luminaria puede tener hijos, cuantos más, mejor. ¿Y quién los mantendrá? ¿La Iglesia? ¿O más bien la Iglesia espera vivir de ellos, de los hijos de sus fieles becerriles, llevándose una tajada de sus miserables sueldos? En mi último artículo apunté el sueldo mínimo interprofesional de 2009. Son 624 euros al mes. ¿Cuántos hijos se pueden tener con ese dinero al mes? ¿Qué se les da? Pan con pan y la Biblia, me figuro. ¿Y qué clase de hombres serán luego esos hijos? Los hombres que conviene a la Iglesia, imagino. ¿Y qué clase de familia es esa familia tradicional que tanto peligro corre? ¿No será la de la mujer con la pata quebrada y en casa? ¿No será la del marido que mató a su mujer porque era suya? ¿No será la de preferimos destrozar la vida de nuestros hijos antes que el divorcio, que eso es pecado?

De todos modos, digo yo, ¿qué sabrán los curas sobre la pareja, sobre el matrimonio, sobre las relaciones y los hijos? Porque, o no saben nada, o saben más de lo que deberían. En ambos casos su actitud es inaceptable, por no hablar de ridícula, hipócrita, corrupta y malvada. Que yo sepa, ni siquiera Jesús se casó. Aparentemente no le dio tiempo porque vino a salvarnos. Por desgracia, se olvidó de salvarnos de la Iglesia.

¿Y qué es ese grito reaccionario de no al aborto? ¿Cuántas mujeres no habrán tenido abortos de curas? Pero, sobre todo, ¿quién en su sano juicio cree de verdad que conviene traer al mundo hijos no deseados, hijos sin medios, sin amor, hijos fruto de la indulgencia, de la violencia, de la inercia, de un accidente o de la mera pobreza y por tanto del analfabetismo y la desinformación?

En el año 2000, y cito a Steven D. Levitt y Stephen J. Dubner*, el índice de asesinatos en Estados Unidos descendió al menor nivel en 35 años, al igual que los índices de todos los actos criminales restantes, desde agresiones hasta robos de coches. Da la «casualidad» de que en 1973 se legalizó el aborto en todo el país. Es decir, que el descenso de la criminalidad en 2000 se debió a que a partir de 1973 hubo menos hijos no deseados.

Abramos los ojos de una vez, y si para abrir los ojos hay que cerrarle la boca a la Iglesia, dos pájaros de un tiro. Si los curas aman de verdad a los hombres, que prediquen la formación del individuo libre y feliz, porque sólo a partir de individuos libres y felices pueden crearse familias sólidas, libres y felices, ya sea dentro del maldito sagrado matrimonio como fuera de él, ya sea entre un hombre y una mujer o entre individuos del mismo sexo, ya sea a partir de un hombre solo o de una mujer sola. La familia tradicional ha sido muchas cosas, y no todas precisamente buenas.

by bertelmax

*Freakonomics, Steven D. Levitt y Stephen J. Dubner, Ediciones B.

5 comentarios:

  1. Me temo que le pides peras al olmo y eso como todo el mundo sabe es IMPOSIBLE. Aunque sería bonito que no lo fuera.
    Lo cierto es que la vida está cambiando, pese a muchos y ya podemos decir que una tortuga ha adoptado a un hipopotamo. Y hablo literalmente.
    La naturaleza es sabia.

    ResponderEliminar
  2. Como siempre fantástica manera de explicar una realidad tan clara y tan imposible de alcanzar o de vislumbrar para unos cuantos. La verdad es que daba vergüenza ver a esa multitud venida de todas partes de España, diciendo tantas sandeces antisociales. Les habían dicho en sus diferentes congregaciones que había que ir para hacer bulto y así dar una imagen de fuerza . A mí me recordó mas bien esas reuniones multitudinarias que hacía Franco, en las que muchos iban por que les decían que fueran, no porque de verdad creyeran en ello. Es decir, mucha de esa gente, en el fondo no se plantea ni lo que dice ni sus consecuencias, sólo repite lo que un tipo con sotana les ha hecho aprenderse. Claro, se juegan el salario, los de la sotana, por supuesto, y ¡dios mío! con el dinero hemos topado, así que, ¿por qué no aprovecharse de las mentes manipulables de tantos ciudadanos dispuestos? Si es que se lo dejan en bandeja...
    En definitiva, gracias por tus escritos, son siempre una bocanada de aire fresco.

    ResponderEliminar
  3. ¡Gracias por vuestros comentarios! Estoy de acuerdo con vosotr@s. Sé que es duro y una utopía, pero sin apuntar a la utopía no conseguiríamos ni la mitad de lo realizable, ¿no creéis? Por cierto, ¿una tortuga ha adoptado a un hipopótamo? No me he enterado de eso. Voy a investigar :D

    ResponderEliminar
  4. Siempre me han dejado perpleja dos flagrantes contradicciones de los estamentos eclesiásticos: 1) Si son todo bondad y perdón, porque son tan intransigentes con los que no piensan como ellos, no hace falta ejemplo alguno, y 2) Si están en posesión de la verdad, porque tienen tanto miedo a perder a sus feligreses: manifestaciones masivas a favor de la familia que “está en grave peligro de romperse”, prohibiciones de películas o libros que “atentan a la Iglesia”. Parece una incongruencia pero... ¿realmente lo es?

    ResponderEliminar
  5. A mí, lo que me parece increible es que se atrevan a decir que el 'modelo de familia católica' está en peligro cuando este 'modelo', con variaciones más o menos claras, ha sido y es el predominante desde el Nearthental!!! Y ya no digamos durante los últimos 4.000 años. ¿O es que en la Mesopotamia del 2.000 antes de Cristo las mujeres hacían algo que no fuera perpetuar la especie y los hombres mandar sobre todas las cosas, organizándose prácticamente igual, como núcleos familiares, que hoy en dia? No serían católicas pero eran familias que seguro agradarían (más o menos) a Rouco y compañía.

    Y dos: muy poco seguro tienes que estar de lo tuyo cuando te tomas como un ataque la ampliación de derechos para los que no piensan como tú sin que tus derechos se anulen en absoluto.

    ResponderEliminar

Tweet
espainfo.es
estamos en
EspaInfoes
Barcelona